martes, 16 de junio de 2009

Tipología

Podemos considerar diversos criterios a la hora de clasificar las diferentes tipologías de pérdida auditiva o sordera, que pueden ser: (Torres, Rodríguez, et al, 1995)


Según la localización de la lesión
-Pérdida auditiva conductiva o de transmisión:Causadas por enfermedades u obstrucciones en el oído exterior o medio (las vías de conducción a través de las cuales el sonido llega al oído interior), la pérdida auditiva conductivas normalmente afectan a todas las frecuencias del oído de manera uniforme, aunque no resulten pérdidas severas. Una persona con una pérdida de la capacidad auditiva conductiva bien puede usar audífonos o puede recibir ayuda por médicos o intervenciones quirúrgicas.
-Pérdida auditiva sensorial, neurosensorial o de percepción:Son en los casos en los que las células capilares del oído interno, o los nervios que lo abastecen, se encuentran dañados. Esta pérdida auditiva pueden abarcar desde pérdidas leves a profundas. A menudo afectan a la habilidad de la persona para escuchar ciertas frecuencias más que otras, de manera que escucha de forma distorsionada el sonido, aunque utilice un audífono amplificador. No obstante, en la actualidad, las grandes prestaciones tecnológicas de los audífonos digitales son capaces de amplificar solamente las frecuencias deficientes, distorsionando inversamente la onda para que la persona sorda perciba el sonido de la forma más parecida posible como sucedería con una persona oyente.
-Pérdida auditiva mixta: Se refiere a aquellos casos en los que existen aspectos de pérdidas conductivas y sensoriales, de manera que existen problemas tanto en el oído externo o medio y el interno. Este tipo de pérdida también puede deberse a daños en el núcleo del sistema nervioso central, ya sea en las vías al cerebro o en el mismo cerebro. Es importante tener cuidado con todo tipo de golpes fuertes en la zona auditiva, ya que son los principales causantes de este tipo de sordera.
-Pérdida auditiva central: Autores como Valmaseda y Díaz-Estébanez (1999) hablan de esta cuarta tipología, que hace referencia sólo y exclusivamente a lesiones en los centros auditivos del cerebro.
Según el grado de pérdida auditiva
La audición normal: Existiría audición por debajo de los 20 dB
• Deficiencia auditiva leve: Umbral entre 20 y 40 dB
• Deficiencia auditiva media: Umbral auditivo entre 40 y 70 dB
• Deficiencia auditiva severa: Umbral entre 70 y 90 dB
• Pérdida profunda: Umbral superior a 90 dB
-Pérdida total y cofosis: Umbral por encima de 120 dB o imposibilidad auditiva total. Puede ser debido a malformaciones internas del canal auditivo o a la pérdida total de los restos auditivos por motivos genéticos. Entre todas las personas sordas, el porcentaje de personas que padecen cofosis es muy pequeña, casi insignificante, ya que se trata de una malformación (ausencia de cóclea, por ejemplo).
-Según las causas: La etiología de la discapacidad auditiva puede ser por causas exógenas como la rubeola materna durante el embarazo, incompatibilidad del factor Rh... y que suelen provocar otros problemas asociados (dificultades visuales, motoras, cognitivas).O bien puede ser una sordera hereditaria, la cual, al ser recesiva, no suele conllevar trastornos asociados
- Según la edad del comienzo de la sordera: El momento en el que aparece la discapacidad auditiva es determinante para el desarrollo del lenguaje del individuo, por lo que se pueden distinguir 3 grupos:
-Prelocutivos: si la discapacidad sobrevino antes de adquirir el lenguaje oral (antes de 2 años)
- Perilocutivos: si la discapacidad sobrevino mientras se adquiría el lenguaje oral (2-3 años)
-Poslocutivos: si la discapacidad sobrevino después de adquirir el lenguaje oral (después de 3 años)
Las sorderas casi nunca son absolutas, quedando siempre algunos restos auditivos, que bien aprovechados son una ayuda inestimable en la rehabilitación. Es evidente que cualquier sordera de transmisión, percepción o mixta es sordera precisamente porque conlleva una determinada cantidad de déficit auditivo. Por tanto, cualquiera de estos tres tipos de sorderas pueden ser, al mismo tiempo: leves, moderadas, severas o profundas, si bien es cierto que las sorderas de transmisión no suelen ser profundas. (Torres, Rodríguez, et al, 1995)

Se llaman hipoacusias de conducción o transmisión, de percepción o neurosensoriales y mixtas, según afecten a las estructuras de conducción o transmisión del sonido (oído externo y medio). (Torres, Rodríguez, et al, 1995)

Las hipoacusias, ya sean leves, moderadas, severas o profundas sin duda alguna tendrán múltiples repercusiones en el área del lenguaje, tema que será tratado a continuación.

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